En el vídeo de QuakerSpeak de esta semana, O habla sobre el papel de la escucha en la curación de nuestra humanidad. ¿Qué sucede cuando realmente nos escuchamos unos a otros?
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Preguntas para el debate:
- O habla sobre ser escuchado de una manera que realmente toca tu corazón. ¿Alguna vez te has sentido escuchado de esta manera? ¿Qué se siente?
- ¿Cómo hablamos de una manera “que facilita la curación, que facilita la bendición, que facilita la plenitud, que facilita la posibilidad creativa de integración”?
Transcripción:
Según mi limitada comprensión, somos increíblemente poderosos, lo entendamos o no. Somos extremadamente poderosos y, a menudo, nos sentimos impotentes. Desde la depresión hasta la ansiedad o lo que sea, somos “sensibles”.
Escucharnos mutuamente para alcanzar la plenitud
Cuando escucho, cuando realmente escucho, estoy escuchando para oír a Dios hablar. Estoy escuchando la voz de Dios, la señal de Dios. Lo que eso significa para mí es la señal que me mueve a la vitalidad. La señal que me permite sentir la plenitud.
Y cuando hablo, no soy frívolo con mis palabras porque reconozco que mis palabras son poder. “En adelante, Cristo fue conocido como la palabra de Dios” porque, a mi juicio, él realmente entendió el poder de la palabra, el poder de hablar. Así que escucho para saber dónde estoy, dónde no quiero estar. Qué es posible. Ser tocado, llamado, formado. Y cuando hablo, hablo sabiendo que estoy trabajando con el poder de Dios. Y cuando hablo, quiero hablar de una manera que facilite la curación, que facilite la bendición, que facilite la plenitud, que facilite la posibilidad creativa de integración.
Cuando no escuchamos
Me preocupa que no nos escuchemos unos a otros, y eso crea el mundo que vemos. Crea el mundo que experimentamos. Personas que no son escuchadas, no son vistas, no son apreciadas, no son valoradas, no son reconocidas. Personas que no son reconocidas por lo de Dios que habita en ellas. No vistas. No reconocidas. No reclamadas y abrazadas. Abrazadas de todo corazón. Y así nos fragmentamos. Nos fragmentamos. Nos rompemos porque no se nos ve por quienes realmente somos. El cuerpo se rompe. Simplemente se rompe.
Escucharnos mutuamente para alcanzar la plenitud
Las noticias positivas… (Esas son las noticias tristes. Esas son las noticias tristes, ¿qué tal algunas noticias felices?) La buena noticia es que en cualquier momento podemos recuperar nuestro poder, podemos afinar, volver a perfeccionar, calibrar nuestra capacidad de escucharnos y reconocernos mutuamente. Y entonces mi creencia es que hay una forma de escuchar, que los cuáqueros tienen esta creencia o esta frase: “Escucharnos mutuamente para alcanzar la plenitud”. Que tenemos la capacidad de escucharnos mutuamente para alcanzar la plenitud, y podemos recuperarla en cualquier momento y sentir la riqueza de la escucha profunda, donde nuestro corazón es realmente tocado. Escucha profunda. Y hablar profundo. Es emocionante.
Las opiniones expresadas en este vídeo son de los oradores y no reflejan necesariamente las opiniones de Friends Journal ni de sus colaboradores.


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