Ser cuaquero no se trata solo de ir a la Junta los domingos por la mañana. Se trata de abrirte a ser transformado y luego vivir de una manera que no todo el mundo entenderá. ¿Cómo encontramos el valor?
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Preguntas para el debate:
- ¿Se necesita valor para ser cuaquero? ¿Dónde encuentras tú el valor?
- Deborah dice que el cuaquerismo “es un camino difícil de elegir y recorrer”. ¿Estás de acuerdo? También dice, “necesitas aliados en él, y necesitas gente que esté intentando hacer lo mismo. Hacerlo solo es prácticamente imposible”. ¿Dónde encuentras esos aliados? ¿Qué estamos haciendo juntos?
Transcripción:
Los Amigos creen que hay algo de Dios o lo sagrado en cada persona y que todos son iguales ante Dios.
El valor de ser cuaquero
Me llamo Deborah Shaw. Vivo en Greensboro, Carolina del Norte. Soy miembro de la Junta de Amigos de Friendship, que forma parte de la Junta Anual de Carolina del Norte, Conservadora. Y trabajo en Guilford College, como directora del Programa de Becarios de Liderazgo Cuáquero.
El cuaquerismo como contracultura
Escuchar la voz suave y apacible se siente muy contracultural. Se siente como un paso radical contra lo que el mundo —el Mundo con mayúscula— nos está diciendo que hagamos. Creo que en nuestra cultura, se nos dice que tenemos que resolverlo todo. Tenemos que hacerlo. Existe esta idea de que somos ferozmente independientes.
Lo que pasa con la voz suave y apacible y el cuaquerismo, tal como lo experimento, es que escucho algo y luego voy y lo pruebo con un Amigo de confianza.
Digo, “esto es lo que estoy escuchando. ¿Cómo te parece a ti? ¿Tiene sentido para ti? No lo estoy comparando con un anuncio del vehículo más nuevo o el gadget electrónico más nuevo, sino que lo estoy sosteniendo en el corazón. Le estoy pidiendo a un Amigo, o a un grupo de Amigos o a la Junta que lo sostengan en sus corazones y que escuchen atentamente ellos mismos para ver “¿Es correcto? ¿Se siente como que es de Dios? ¿O se siente como que es el ego de Deborah?”
Tutoría a los cuaqueros más jóvenes
En mi trabajo con los Becarios de Liderazgo Cuáquero en Guilford College, a menudo me encuentro hablando con ellos —de 18 a 21 años— sobre el valor radical que se necesita para oponerse a la cultura. La cultura es tan insidiosa y abrumadora. En todas partes donde estamos, somos bombardeados por ella constantemente, y nos está diciendo algo muy diferente a lo que nos dice nuestra fe cuáquera, o lo que nos dice la voz suave y apacible, o lo que nos dice nuestro maestro interior.
Así que les digo, es un camino difícil de elegir y recorrer. Y necesitas aliados en él, y necesitas gente que esté intentando hacer lo mismo. Hacerlo solo es prácticamente imposible. Oponerse a la cultura, y oponerse a la afluencia. Solo el continuo bombardeo de la cultura, que nos está diciendo que no somos dignos, lo cual es una mentira. Que no somos dignos a menos que hagamos estas ciertas cosas y compremos estas otras cosas y actuemos de cierta manera o logremos este cierto objetivo de posesiones materiales. Hay mucho de eso.
O que no somos lo suficientemente delgados o que nuestras narices no son correctas. Simplemente se necesita mucho valor y compañerismo para decir, “No. Soy un hijo amado de Dios, tal como soy. Con todas mis imperfecciones y sí, me estoy esforzando por ser más perfecto y más completo y más plenamente quien se supone que debo ser, pero incluso tal como estoy en este mismo minuto, soy un hijo amado de Dios”.
Las opiniones expresadas en este vídeo son de los oradores y no reflejan necesariamente las opiniones de Friends Journal ni de sus colaboradores.


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