Los Amigos no solo están en contra de la violencia. Gran parte de nuestro trabajo es, de hecho, a favor de la sanación. John Calvi, un reconocido sanador cuáquero, explica por qué el trabajo de sanación es tan increíblemente esencial.
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- Lee Friends Journal para ver cómo otros Amigos describen la esencia de la espiritualidad cuáquera
- Quaker Voluntary Service ofrece oportunidades para mujeres y hombres jóvenes interesados en la transformación social y personal a través del trabajo de servicio y la vida en comunidad cuáquera.
Preguntas para el debate:
- John Calvi sugiere que “tal vez pasemos la mayor parte de nuestras vidas —Los Amigos y la gente de las iglesias de la paz— deshaciendo el daño que ha causado la violencia”. ¿Qué significa dedicar tu vida a deshacer el daño de la violencia? ¿Es esto algo a lo que te sientes llamado?
- John dice que cuando escucha, recibe mensajes sobre la persona en la que está trabajando para sanar: dónde está el dolor en sus cuerpos y cómo se ha depositado allí. ¿Hay algún trabajo que hagas en el que notes que, si escuchas, recibes orientación sobre cómo llevar a cabo ese trabajo?
Transcripción:
La violencia siempre es una mala elección. Simplemente lo es. No solo causa un desastre horrible en el momento en que está sucediendo, sino que deja un desastre aún mayor después de que se ha hecho. Están las personas que son las víctimas de la violencia, están las personas que han cometido la violencia, y es solo un gran desastre y tiene repercusiones durante mucho tiempo. Así que gran parte del trabajo compasivo en el mundo es deshacer el daño que ha causado la violencia. Tal vez pasemos la mayor parte de nuestras vidas —Los Amigos y la gente de las iglesias de la paz— deshaciendo el daño que ha causado la violencia.
Deshacer el daño de la violencia
Soy John Calvi. Soy miembro de la Junta de Putney en Vermont, y trabajo como sanador cuáquero.
Creo que una de las cosas importantes en nuestro tiempo ahora mismo es que hay muchas personas heridas. Hay muchas posiciones de poder que piensan que la crueldad y la dominación son una forma sencilla y directa de operar. Como resultado, hay muchas, muchas personas heridas.
Realmente vivimos en un tiempo en el que necesitamos cada vez más personas que hagan un trabajo compasivo. Los Amigos tienen una gran historia de hacer un trabajo compasivo. No solo el puñado de Amigos que participaron en el fin de la esclavitud, sino también en la organización para el sufragio femenino, y un amigo mío, como cuáquero, su primer trabajo fue entrar en el campo de concentración de Bergen-Belsen y separar a los vivos de los muertos. Ese es un buen día de trabajo para un cuáquero. Ese es un buen trabajo compasivo.
Así que enseño masaje y enseño trabajo energético, para que haya cada vez más personas haciendo un trabajo compasivo. Y hay muchos, muchos cuáqueros involucrados en hacer un trabajo compasivo en todo el mundo.
La práctica espiritual del trabajo de sanación
Cuando empiezo a trabajar con alguien, estoy escuchando lo que tiene que decirme, si compartimos un idioma común, lo cual no siempre es el caso. Pero también estoy escuchando la guía —la guía espiritual— que me llega. Y a menudo recibo mensajes sobre dónde está el dolor en sus cuerpos y cómo se ha depositado allí, y estoy recibiendo mensajes sobre la historia de ese dolor, y si es o no mi trabajo liberarlo.
Para algunas personas, no soy de mucha ayuda, y para algunas personas, soy un poco de ayuda. Y para algunas personas —gracias a Dios— hay veces que soy de gran ayuda. Y así, el dolor de la violación, o el dolor del encarcelamiento puede ser liberado en su mayor parte para que esa no sea la voz más fuerte en el cuerpo de esa persona, y hay este momento de gracia cuando se elimina, y alguien que ha pasado por alguna horrible circunstancia llega a un lugar en el que pensaba que nunca estaría antes, donde está completamente relajado y en casa consigo mismo de nuevo.
Pienso en mi trabajo como sanador cuáquero como alguien que viene a limpiar y lavar el daño después de la violencia, y este es un aspecto de la no violencia, que estamos haciendo un trabajo compasivo después de la violencia.
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