«Para mí, la fe cuáquera no se trata solo de hacer el bien», dice Brent Bill, «sino de ser bueno para poder hacer el bien. Y es difícil ser un defensor de la paz hacia el exterior si no tenemos paz interior, si no estamos centrados espiritualmente… es difícil proyectar la paz como una fuerza positiva en aquellos a los que nos gustaría llegar».
«Si no tuviera la oración y la comunidad, sería un verdadero santurrón», confiesa Brent. Después de haberse criado en una comunidad cuáquera evangélica, dice: «Elegí seguir siendo cuáquero [de adulto] porque necesito los testimonios para mantenerme centrado. Porque, de lo contrario, soy la persona que sermonea a todo el mundo y termino perdiendo mi propia alma».
«La Biblia está llena de todo tipo de llamamientos a la acción social», reflexiona Brent. «’¿Qué exige el Señor de ti? Hacer justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con Dios’».
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