¿Dónde se equivocó la iglesia? Para Philip Gulley, pastor y autor cuáquero, el error está en no prestar atención al mensaje central de Jesús: la compasión.
Transcripción:
Creo que muchos estadounidenses están desilusionados con la religión porque, a menudo, la religión, especialmente la fundamentalista, ha sido una mala publicidad de la realidad de Dios. Se ha preocupado demasiado por su propio poder, por su propia riqueza. Ha insistido en un nivel de respeto que no se ha ganado, y ha permanecido lamentablemente en silencio en momentos críticos de la historia estadounidense. Con demasiada frecuencia se ha alineado con los poderosos y los inmorales, y en el proceso ha descuidado su responsabilidad para con los marginados.
Si la iglesia fuera cristiana
Me llamo Phil Gulley. Vivo en Danville, Indiana, que está a unos 32 kilómetros al oeste de Indianápolis. Soy pastor cuáquero y escritor, y pastor de la Junta de Los Amigos de Fairfield, que está a unos 5 kilómetros al sur del aeropuerto internacional de Indianápolis. Llevamos allí desde 1826. La junta, no yo.
No creo que Jesús pretendiera fundar una religión. Creo que Jesús pretendía que la religión en la que estaba fuera más fiel. Creo que Jesús se entendía a sí mismo como un maestro y quizás un profeta en la línea de los profetas del siglo VIII, pero esta idea de que Jesús vino y pretendía fundar una nueva religión porque el judaísmo estaba corrupto, creo que es una mala lectura de la historia.
El enfoque del ministerio de Jesús
Si decimos que Jesús no vino a fundar una nueva religión, sino que se entendía a sí mismo como un judío fiel que se dedicó a decir sí a la presencia y la obra de Dios cada vez que la encontraba —y está claro que lo hizo—, entonces empezamos a fijarnos en su mensaje y nos preguntamos: «¿Cuáles eran sus prioridades?». Y está claro: compasión, compasión, compasión. A dondequiera que iba. Así que creo que ese es el corazón del mensaje de Jesús, y por consiguiente creo que cualquier iglesia que no practique la compasión, que en cambio fomente la división, la separación, el aislamiento, ha perdido el norte.
Hace poco, Robert Jeffress, el pastor de la Primera Iglesia Bautista de Dallas, nos informó de que Dios le había dado permiso a Donald Trump para usar armas nucleares contra Corea del Norte. Está claro que, una vez que dices eso, has perdido toda comprensión de la compasión de Jesucristo.
Si la iglesia fuera cristiana
Si la iglesia fuera cristiana, acogería al otro incondicionalmente. No les diría a los homosexuales: «Si os arrepentís de vuestro estilo de vida, sois bienvenidos aquí». Si la iglesia fuera cristiana, perdería su fascinación por las doctrinas y los credos, que a mí siempre me parecen confinar la voluntad de Dios a una frase. Creo que si la iglesia fuera cristiana, escucharía atentamente a los pobres y a los marginados, que eran los amigos de Jesús. Hay algunos casos en los que Jesús se hizo amigo de los poderosos —el centurión romano—, pero con mucha más frecuencia, resulta que Jesús parecía buscar y acoger realmente a aquellos a quienes el mundo había rechazado, y creo que si la iglesia fuera cristiana, estaría siguiendo ese modelo.
Por qué me quedo
Cuando alguien me dice que está desilusionado con la iglesia moderna, lo entiendo totalmente. Les digo: «Yo también lo estoy». La única razón por la que me quedo en ella es porque tengo la suerte de haber encontrado una comunidad de cuáqueros que se comprometen a ser la iglesia en su cuidado por los demás, en su compromiso con la justicia y en su amor por los desfavorecidos. Si no tuviera eso, probablemente no permanecería en la iglesia.
Las opiniones expresadas en este vídeo son de los oradores y no reflejan necesariamente las opiniones de Friends Journal ni de sus colaboradores.
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Preguntas para el debate:
- Phil Gulley dice que «muchos estadounidenses están desilusionados con la religión porque, a menudo, la religión ha sido una mala publicidad de la realidad de Dios». ¿Qué crees que quiere decir? ¿Estás de acuerdo? ¿Qué es una buena publicidad de la realidad de Dios?
- Phil describe el ministerio central de Jesús como «compasión, compasión, compasión». ¿Dónde has visto ese mensaje más vivo hoy en día?



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