Kat Griffith nos cuenta algunas de sus experiencias más personales creando conexiones con otras personas a través de las divisiones políticas.
«Ha habido varios momentos en los que me he sentido impulsada a abrirme», dice, «y he cambiado, y a veces me he resistido a ello. A veces me han arrastrado a patadas y chillidos a ese tipo de apertura, pero me llevan allí una y otra vez, así que creo que ahí es donde Dios quiere que esté»
Es fácil decir que hay algo de Dios en todo el mundo, sugiere Kat, «pero ¿con qué frecuencia lo creemos realmente?». Cuando se abre a escuchar realmente a otras personas, su comprensión de esta sencilla verdad cuáquera se profundiza.


Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.