Valerie Brown era una abogada muy poderosa. Entonces tuvo una experiencia que lo cambió todo.
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Preguntas para el debate:
- Valerie Brown describe haber experimentado una revelación mientras hacía algo relativamente mundano: observar el movimiento de las nubes. ¿Alguna vez has tenido una experiencia espiritual cuando menos te lo esperabas?
- ¿Cómo han moldeado tus experiencias espirituales tu trayectoria profesional?
Transcripción:
Me llamo Valerie Brown y mi Junta es la Junta Mensual de Solebury, aquí en Solebury, Pensilvania, o New Hope, Pensilvania. Y mi trabajo es como coach de liderazgo, y escribo y hablo mucho, y es un poco extraño porque, incluso mientras digo esto, todavía me estoy acostumbrando a describirme de esta manera. Durante muchos años, la mayor parte de mi vida, hasta hace unos 3 años, tuve una carrera muy poderosa como abogada y lobista.
Mi despertar espiritual
Los últimos 3 años han sido este devenir. Una nueva carrera, una nueva vida, y en broma llamo a mi puesto de trabajo “Jefa o Directora de Vida y Trabajo con Propósito” y eso me parece acertado.
El proceso de transformación
Así que dejar mi trabajo de abogada para dedicarme a lo que hago ahora es un proceso. Algo así como el proceso del invierno que se convierte en primavera. El invierno no se convierte inmediatamente en primavera. Es un proceso de transformación.
Me hice abogada antes de saber quién era o en qué creía, y me hice abogada esencialmente por razones muy burdas, principalmente para ganar dinero y salir de Brooklyn. Puedo asegurarles que Brooklyn no era el lugar elegante que es hoy. No había estudios de yoga ni cafeterías con leche y todo eso. Era un lugar del que una persona quería irse. Y esa era mi prioridad.
Un momento que cambia las cosas
Pero tuve uno de esos momentos en la vida de una persona que cambia las cosas. El momento fue que estaba en una época realmente estresante en el trabajo, así que como mucha gente decidí irme de vacaciones. Me fui a uno de mis lugares favoritos de Nuevo México y subí a la cima de una colina muy grande y me quité la mochila y me recosté contra un tronco nodriza.
Solo estaba mirando al cielo, relajándome, y mientras miraba hacia arriba, me di cuenta de que las nubes se movían. Sé lo que probablemente estés pensando: “Claro. Por supuesto que las nubes se mueven”. Pero para mí, eso fue una revelación.
Una revelación que se convirtió en una práctica
Estaba tan centrada en el trabajo, tan centrada en correr, tan centrada en salir adelante, que estaba completamente alienada del mundo natural, lo que por supuesto significaba que estaba alienada de mí misma. Ese momento de darme cuenta de cómo se mueven las nubes fue una revelación para mí. Lo cambió todo.
Incluso ahora, hoy en día, mi práctica espiritual cada día es mirar las nubes. Todos los días. Encuentro un gran sentido de la presencia de Dios allí en el movimiento de las nubes.
Las opiniones expresadas en este vídeo son de los oradores y no reflejan necesariamente las opiniones de Friends Journal ni de sus colaboradores.



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